"Retrato y literatura": escritura hecha lienzo (BNE)

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¿Qué tienen en común la escritura y la pintura?, ¿acaso ambas artes se pueden combinar? Sí, se puede, y la *exposición de la Biblioteca Nacional, Retrato y Literatura da prueba de ello. Aquí tienen cabida todos los galardonados, desde Jorge Guillén, el primero en recibirlo en 1976, hasta Elena Poniatowska, que lo ganó en el 2013. ¿Pero cuándo comenzó esta iniciativa?, ¿realmente merece la pena? ¡Os lo cuento!




Y es que una tarde lluviosa y fría es sinónimo de quedarse en casa leyendo bajo una manta y con una buena taza de algún líquido humeante. Todos lo sabemos. Pero solo caníbales de la literatura están dispuestos a mojarse por descubrir qué esconde la exposición de la Biblioteca Nacional. Vida en pintura, eso esconde. Fue en el año 1999 cuando comenzaron a retratar (pintores españoles y lationamericanos) a los ganadores del premio Cervantes que la Biblioteca fue colgando en las salas de lectura del edificio. Era el propio escritor quien elegía al artista que quería que lo representara. ¿Qué debía plasmar en el lienzo? el mundo literario del protagonista. Cada retrato guarda una doble historia: la que habla del retratado y la que nos expresa el pintor.
     De esta forma, hay 39 retratos de toda clase y estilos pictóricos colocados en orden cronológico y con el mismo formato (retratos por los que la Biblioteca pagó un máximo 6.000 euros). Tenemos a un Rafael Alberti de grandes proporciones saludándonos desde el mar, a Juan Antonio Aguirre en tonos psicodélicos y chillones o a un Borges plagado de objetos simbólicos como un laberinto, una rosa o un reloj de arena que representan la escenografía metafísica del cosmos. A mí me impresionó la caracterización de Camilo José Cela, el gris de su postura, o la de Casares, a lo Humphrey Bogart en Casablanca. Y es que en ocasiones se busca un detalle del escritor para componer la obra, como  ocurrió con el retrato de Poniatowski. 
Nos dimos a la tarea de buscar altares o retablos barrocos en iglesias de Puebla México D.F, sin embargo, sor Juana Inés de la Cruz, escritora religiosa jerónima, quizá por haber sido mencionada por Poniatowski en su discurso al recibir el premio Cervantes, nos tenía ya "asignado" el lugar de sus retratos. Alan Flores, pintor.
     También asoman curiosidades. Ferlosio que no quiso participar en la galería, pero sí en la exposición, por ello se diferencia el formato y el marco. Nicanor Parra y Torrente Ballester fueron los dos únicos que se retrataron. También puede verse un cuadro en blanco, donde está representado Carlos Fuentes. Cuando el cuadro llegó a la Biblioteca, los responsables pensaron que se había estropeado en el camino. Respiraron aliviados al descubrir que la pátina blanca guardaba un propósito estético.
Mario Vargas Llosa y Camilo Jose Cela

Lo bonito de la exposición es que hay vitrinas con toda clase de material brillante. Los libros de los premiados, cartas, postales, borrados o manuscritos, lo que permite acercarnos más al universo personal del escritor. Por ejemplo, podemos ver el original Aleph, de Borges, cosa curiosa, ya que rompía cada original que escribía
     En la lista de premiados solo destacan dos mujeres, Poniatowski y Ana María Matute. Esperemos que en años sucesivos el plantel femenino vaya destacando. De momento, os dejo con una frase de Estrella de Diego muy significativa sobre la exposición:  
El trabajo acaba por ser un reto para los pintores, obligados a capturar un universo que a veces solo en parte conocen y a veces solo a través de la lectura. Estrella de Diego, comisaria de la exposición.

¿Sabéis? Esta exposición me ha hecho pensar sobre la infinidad de retratos que se pueden hacer de un escritor según quién lo pinte. Por ejemplo, ¿cómo retrataríais a Tolkien?, ¿qué elementos le pondríais?, ¿qué colores o estilo resaltaríais? ¿dónde lo ubicaríais?, ¿y a Almudena Grandes, Stephen King o Isabel Allende? La lista de nombres puede resultar infinita, tantas como las interpretaciones que le demos. 
     Venga, os propongo un juego. Escoged a vuestro escritor favorito, o al autor del libro que estáis leyendo estos días y dibujadlo en vuestra mente. No hay nada como ofrecer la palabra al lector para crear universos pictóricos cargados de literalidad. Y si entremedias se pone a llover, así se refrescan las ideas.


INFORMACIÓN:
*La exposición Retrato y Literatura estará abierta hasta el domingo 25 de enero. Consultar horarios en la web.
*Lista de premios Cervantes desde 1976.

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4 comentarios

  1. Siempre he pensado que la pintura y la escritura están muy unidas. Son dos universos paralelos. Yo misma en mis primeros relatos utilizaba alguno de mis cuadros como fuente de inspiración; y he de decir que no quedaban mal, porque en esas pinturas ponía parte de mi alma, que al escribir salía a flote.
    Muy buen post amiga.
    Un abrazo

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    1. De hecho, un libro muchas veces te entra por su portada. Y bueno, ni hablar ya del universo pictórico y fílmico que se crea en nuestra mente al leer un libro. La verdad es que este tema da para mucho.
      ¡Gracias por el comentario, Carmen! :)

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  2. Me encanto esta entrada, me pareció novedosa.
    ¡Bravo, María! ;)
    Un abrazo.
    HD

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    1. Gracias, Humberto. Un placer tenerte por aquí.
      Todavía tienes tiempo de ir a ver la exposición, por cierto ;)

      Un saludo

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