Traducciones de títulos literarios

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Cuando yo era chico, ignorar el francés era casi ser analfabeto. 
Con el decurso de los años pasamos del francés al inglés
 y del inglés a la ignorancia, sin excluir la del propio castellano. 
Jorge Luis Borges. Prólogos. 

 
Uno de los condicionantes que nos ayudan a la elección de un libro es el título. Quizá, si supiéramos su título en la lengua de origen, no lo compraríamos o nos replantearíamos su compra. El universo de las traducciones de títulos literarios es demasiado suculento como para dejarlo escapar. Por ello, he estado indagando en la red y el escritor Augusto Monterroso me ha obsequiado con su artículo titulado "Sobre la traducción de algunos títulos" y lo he querido compartir con vosotros. Os dejo con los títulos más famosos y otros no tanto que experimentaron un cambio. En vosotros queda si este fue a mejor o a peor.

@ Kristen Angelo


     1) La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde. El título en inglés corresponde a The Importance of Being Earnest. Puede que resulte sencillo pensar que earnest significa Ernesto en español, pero lo cierto es que la traducción es tan errónea como creíble. ¿Entonces, qué significa earnest? 'Serio' o 'sincero' son algunas de las traducciones. De todas formas, Wilde no perdió seguidores de habla hispana en su obra cómica por este fallo del traductor, ya que, según afirma Monterroso, es posible que la popularidad del autor comenzara en español por la extravagancia del título. Claro, uno ve la película y piensa "pues yo no creo que llamarse Ernesto sea tan importante".

     2) Otra vuelta de tuerca, de Henry James. El título exacto de esta novela de finales del siglo XIX es The Turn of the Screw. Y la traducción literal es Otra vuelta de tornillo. El escritor argentino José Bianco fue el encargado de cambiar la palabra en cuestión como si "otra vuelta de tuerca" quisiera significar mucho más. Actualmente se emplea tal expresión para dar un giro a una historia. Lo que no está tan claro es si Bianco modificó tornillo por tuerca con otra intención desconocida hasta la fecha. 

     3) El sonido y la furia, de Faulkner. Puede que hayáis leído el título original The sound and the fury, y si tus conocimientos de inglés son de un nivel superior, sabrás que esa traducción es tan errónea como traducir carpet por 'carpeta'. Resulta que un ser apellidado Borges fue el primero en confundir a los lectores de español, seguido de otros traductores sin tener en cuenta que "sound and fury" es una frase hecha que significa algo así como "mucho hablar para no decir nada", "meras palabras" o "bla,bla,bla". Fijaos en este pasaje de Shakespeare de la quinta escena de Macbeth: "la vida es solo una errabunda sombra/ un pobre actor que en su honra/ se pavonea y angustia en escena y después/ no se le escucha más; /es un cuento dicho por un idiota/ lleno de estruendo y furia, que nada significa". Si uno presta atención, está todo dicho. 

     4) Merece la pena detenerse en Stieg Larsson y su trilogía Millenium. El primer libro se titula Los hombres que no amaban a las mujeres, en inglés La mujer con el tatuaje de un dragón y en sueco, el título original, Hombres que odian a las mujeres. Pasemos al segundo libro, La chica que soñaba como una cerilla y un bidón de gasolina, en inglés y en sueco La mujer que jugó con fuego. Y, por último, el tercer libro corresponde a La reina en el palacio de las corrientes de aire, en inglés La mujer que pateó el panal de avispones, y en sueco El castillo de aire que explotó.
     Nuestra traducción es idéntica a la francesa, esto ocurre porque los traductores españoles no tomaron como primera opción ni la lengua inglesa ni la sueca, y nos quedamos con la traducción del país vecino.


  5) Esto no sería un buen recopilatorio si Harry Potter no estuviera presente. Por ejemplo, el título original de Harry Potter y el misterio del príncipe es Harry Potter and the Half-Blood Prince, lo que se traduciría por "Harry Potter y el Príncipe Mestizo". Uno puede pensar que debido a las connotaciones culturales y sociales, es mejor que el príncipe tenga un misterio a que sea mestizo. Tomen sus propias conclusiones. El guardián entre el centeno, de Salinger, en inglés se titula The Catcher in the Rye, y en su primera edición fue traducido como El cazador oculto. El cambio vino en una edición posterior como lo conocemos hoy en día. Para opiniones colores, pero yo me quedo con la traducción al español, ya tenemos demasiados cazadores ocultos que no llevan a nada. ¿Y qué me decis del libro de Lou Marinoff Más Platón y menos Prozac? El título original es Platón, no Prozac. ¿Creeis realmente que suena mejor y por eso lo cambiaron? Más que 'sonar mejor', yo diría que faltan palabras.

     6) El sexo y la polémica suelen ser buenos aliados de las ventas. Si no que se lo digan al editor Jorge Herralde. Anagrama dividió Erections, Ejaculations, Exhibitions and General Tales of Ordinary Madness, de Bukowski en dos partes: Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones por una parte y La máquina de follar por otra. ¿Hacía falta el verbo 'follar'? Algo parecido hizo Grijalbo con Richard Smith. La traducción literal de Cómo adelgazar follando tendría que haber correspondido a Cómo estar más delgado gracias al sexo. Reformulo entonces la pregunta, pero con un matiz, ¿acaso el verbo 'follar' es sinónimo de venta asegurada? No en todos los casos. Hace poco tuve la ocasión de leerme un libro de Sarah Waters titulado El lustre de la perla. Yo me imaginé que la aludida en el título era una de las protagonistas, pero cuando finalicé su lectura me quedé pensativa. El título en inglés era Tipping the Velvet, y eso no me solucionada nada, ¿Enrollando el terciopelo? Finalmente di con la solución al ver la serie en inglés que la BBC adaptó, y es que 'enrollar el terciopelo' es el sexo oral femenino. Imaginación al poder.
     Ya ven, unos tan explícitos en los títulos y otros buscando otra vuelta de tuerca para decirlo sin herir a los más puritanos.

     7) Sin embargo, en ocasiones el título se mantiene en el original quizá a la espera de que aparezca un osado y lo traduzca. Es el caso de Farenheit 451, de Bradbury o Madame Bovary, de Flaubert. ¿Os imagináis un libro titulado Celsius 232 o Señora Bovary?, ¿créeis que perdería todo su encanto? De hecho, hay un festival de terror, fantasía y ciencia ficción en Avilés, Asturias, llamado Celsius 232. ¡Fantástica coincidencia!


Ya veis que este tema da para mucho. Podría haber hablado sobre otras importantes novelas como La metamorfosis de Kafka, ¿o era La transformación?, o sobre títulos que parecen microrrelatos en español como Si tú me dices lo dejo todo... pero dime ven. Así que os animo a que participen, a que lean el título original del libro que tienen entre manos y piensen cuál les gusta más, ¿el cambio se adecua al contenido?, ¿favorece a la venta de la obra?, ¿es un título atrayente? Puede que las respuestas les abran los ojos hacia un punto diferente sobre cómo interpretar el libro.
     ¿Estáis preparados a conocer la verdad? 



Fuentes:
     -Sobre Stieg Larsson.
     -La piedra de Sísifo.
     -Artículo de Augusto Monterroso, "Sobre la traducción de algunos títulos".

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10 comentarios

  1. Muy buena entrada. Yo escribí una parecida hace tiempo. La verdad es que las editoriales hacen lo que quieren con los títulos, bien sea por cuestiones de mercadotécnia o bien porque piensan que el lector es tonto y no va a entender el título original.
    Menos mal que en el interior del libro suelen citar el nombre original. Algo es...

    Saludos.

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    1. Gracias, Josep J. Completamente de acuerdo contigo, aunque a eso hay que sumar el hecho de que, en ocasiones, un título traducido literalmente se parecería a un rompecabezas chino. La próxima vez que tengas una entrada parecida, pon aquí el enlace y así ampliamos la información :)

      bss y gracias por el comentario

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  2. Muy interesante artículo sobre traducciones de títulos literarios. Supongo que como ocurre con los títulos de las películas se trata de hacer la novela lo más interesante posible al lector español.
    xxx

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    1. ¡Qué alegría verte por aquí, Gregorio! Sería interesante escribir sobre los títulos de películas. Y ahora que viene al caso diré que uno de los títulos que desterraría sería "Vicky Cristina Barcelona", y sin comas y a palo seco. ¡Olé!

      Un placer tenerte por estos lares :)
      bss

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  3. Curiosísimo amiga. Jamás me imaginé que cambiara tanto un título por otro. Ya había oído que del título en inglés al español, a veces no se parecían; pero tantos casos ni me lo imaginaba.
    Buen trabajo de investigación.
    Un abrazo

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    1. Pues la verdad es que el tema daría para un tesis, porque me he dejado muchos títulos en el cajón. A mí ahora me gusta mirar siempre el título original y me cuestiono muchas cosas, la verdad.

      Gracias por el comentario, Carmen :)

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  4. Patinazo, mi querida Mariá, en el punto 6: "sino" por "si no". Al menos podías haber puesto "sinó" para que sonara igual...

    Otra cosa: el primer ejemplo está mal puesto, porque "earnest" (serio) y "Ernest" (Ernesto) sí suenan igual en inglés, por lo que no es disparatado suponer que Óscar Wilde jugó con esa ambigüedad. Traducirlo por "La importancia de ser Ernesto" confirma la ambigüedad, mientras que "La importancia de ser serio" huele a pestiño...

    Por lo demás, se trata de una magnífica publicación, como todas las tuyas, María. :-)

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    1. ¡Hola, Jesús!
      Gracias por lo del punto 6, ya está corregido :)
      Sobre el punto 1, ya sé que ambas palabras suenan igual; sin embago, no tengo muy claro de que fuese el mismo Wilde quien jugase con tal ambigüedad. Paso a copiarte el apartado donde Monterroso habla de ello: "En este momento no recuerdo quién lo tradujo así, pero quienquiera que haya sido merece un premio a la traición. Traducir The Importance of Being Earnest por La importancia de ser honrado hubiera sido realmente honesto; pero, por la misma razón, un tanto insípido, cosa que no va con la idea que uno tiene de Óscar Wilde. Claro que todo está implícito, pero se necesitaba cierto talento y malicia para cambiar being (ser) earnest (honrado) por “llamarse Ernesto”. Es posible que la popularidad de Wilde en español comenzara por la extravagancia de ese título".

      Un saludo :)
      bss

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  5. Hola María :)

    Me he pasado por tu blog por tu comentario en el mío. Me está gustando bastante y veo varios libros por aquí que tenemos también reseñados o que estamos deseando reseñar. Sobre este artículo, que me ha gustado leer porque estas cosas me llaman mucho la atención, hay algunas historias que conocía, por ejemplo, tengo que decirte que coincido con Jesús en lo de "Earnest", parece ser que se jugaba con la ambigüedad y que esta se perdía en español, aunque puede ser una simple teoría.

    Algunas traducciones son de traca, tuve precisamente una escena graciosa con un profesor de inglés que era nativo y no entendió mi traducción -inocente- del título en español del primer volumen de Millenium. Me aclaró que allí se llamaba de forma distinta. Menos mal que no entramos en la cuestión de los títulos de películas, cuestión que daría para otro artículo.

    También sería interesante ver el cambio al revés: ¿habrá errores en la traducción del español al inglés o a otros idiomas? A ver si encontramos algo.

    Un placer pasarme por aquí y un saludo ;)
    Luis J.

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    1. Hola, Luis J. ¡Bienvenido al blog! Lo primero, gracias por la contestación de Fabio Volo. Completamente de acuerdo sobre las traducciones. Por otra parte, en ocasiones estamos hablando en inglés con un extranjero y te suelta una frase de la que entiendes todas sus palabras pero no el conjunto. Después descubres que es el título que se da en lengua inglesa y ya lo comprendes todo. Pero, en cualquier caso sigo manteniendo que eso aumenta la riqueza así como los puntos de vista de lo que se esté hablando.
      Sí, sería interesante ver los errores del español a cualquier lengua. Siempre se hace al revés, pero todos tenemos un pasado lingüístico que esconder XD

      ¡Saludos! :)

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